Anteriormente hemos dedicado entradas a la fotografía en las que hemos hablado sobre los malos hábitos al momento de sacar fotografías y en las cuales también te hemos dado algunos concejos para mejorar tus fotografías de retrato, pero nunca habíamos dedicado una entrada a los ángulos de toma que pueden adoptarse al momento de sacar fotografías, así que decidimos ya era tiempo dedicar un artículo en el Blog para que luego no se pueda decir que no hablamos de algo tan simple, básico y bonito como esto.
Y es que resulta que muchas veces somos bastante cómodos al momento de tomar fotografías, sobretodo cuando vamos de paso por algún lugar en el que estamos por el día y tratamos simplemente de tener, al finalizar el día, la mayor cantidad de fotografías posibles, pero aunque fuere ese el caso, siempre es mejor detenerse un poco a pensar como podríamos tener una fotografía más interesante a que simplemente sacar la fotografía a lo loco y continuar el camino hasta el siguiente lugar que nos parezca interesante para sacar más fotografías sin sentido y aburridas.
¿La forma simple y rápida de mejorar nuestras fotografías de modo considerable? muy simple, cambiar el ángulo de toma es una de las mejores formas de transformar lo que podría ser una fotografía monótona, aburrida y totalmente común, en una fotografía que realmente merezca un lugar en nuestros álbumes fotográficos y que quizás, porqué no, que se merezca un lugar en la pared de nuestra casa.
Cambiar el ángulo de toma es cambiar el modo en el que veremos la fotografía. Poder mostrar la realidad desde un distinto punto de vista hace que esta sea más interesante, y captar la atención de quien sea que la observe no será complejo si muestras una foto interesante. Manejar los ángulos de toma que podemos lograr no es algo complejo, y para que tus fotografías no sean las típicas que tiene todo el mundo es que te contamos de que trata cada ángulo a continuación.
1-. Ángulo normal. Como su nombre indica, éste es el ángulo habitual con el que fotografiamos y se caracteriza por establecer una línea entre cámara y objeto fotografiado paralela al suelo. Proporciona una sensación de estabilidad y tranquilidad, precisamente derivada de originarse a partir de una posición con la que solemos no sólo fotografiar, sino también observar el mundo. Sin duda, es el tipo de ángulo más empleado y, por ello, cuando lo que vas a fotografiar está más abajo, en muchas ocasiones te recomendamos que te agaches para lograr éste ángulo.
2-. Ángulo picado. Este ángulo se produce cuando la cámara se sitúa en un plano superior al objeto fotografiado. Precisamente esta posición superior también conlleva una situación de inferioridad, vulnerabilidad o debilidad del objeto dentro de la fotografía. Es habitual en fotografía de niños (como consecuencia de su mayor fragilidad y debilidad), pequeños animales, flores, objetos de pequeñas dimensiones...
3-. Ángulo cenital o picado extremo. Cuando la situación de la cámara con respecto al objeto a fotografiar es de extrema superioridad, hasta el punto de situarse en la perpendicular al suelo por encima del sujeto fotografiado, entonces hablamos de ángulo cenital. Se trata un ángulo que incrementa aún más, si cabe, la sensación de inferioridad. Por otro lado, si el picado centra mucho la atención en el objeto, con el cenital abrimos un poco más el campo y mostramos también el contexto que lo rodea. Aunque no es muy habitual, puede dotar a tus fotografías de un punto de vista muy particular de la realidad.
4-. Ángulo contrapicado. Si el ángulo picado se consigue situando la cámara por encima del sujeto, el contrapicado lo logramos situando la cámara en una posición inferior al objeto a fotografiar. Con este ángulo dotamos al objeto fotografiado de mayor importancia, superioridad, magestuosidad y, sobre todo, de una posición dominante frente al observador. Es un ángulo de toma muy utilizado en fotografía de edificios, pues dota a éstos de mayor grandeza. Aunque también puede ser un recurso para mostrar como superiores a sujetos que se aprecian como inferiores en la realidad, por ejemplo, los niños, las mascotas... Si a este ángulo además le sumas el uso de una distancia focal corta, además conseguirás incrementar más, si cabe, la sensación de superioridad.
5-. Ángulo nadir o contrapicado extremo. Si la situación de inferioridad de la cámara frente al objeto a fotografiar la llevas al extremo, consigues el denominado ángulo nadir. La cámara se sitúa prácticamente en la perpendicular que une objeto fotografiado y cielo. Con este ángulo se incrementan al máximo las sensaciones del contrapicado, poniendo al que observa la fotografía en la piel de una "hormiga" para la que todo es enorme y "amenazador". Su uso se reserva casi exclusivamente para fotografía de edificios, ya que las líneas de éstos dotan de una gran profundidad a las tomas.
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